Dramaturgia: Joan Yago. Dirección: Israel Solà. Intérpretes: Xavier Francès, Aitor Galisteo-Rocher, Esther López, Marc Rius, Júlia Truyol, Roser Batalla, Joan Esteve, Carles Roig y Tamara Ndong.

La Calórica quiere volver a hablar de uno de sus temas más obsesivos, la democracia y el neoliberalismo. Y la necesidad de cuestionar constantemente estos dos sistemas políticos para mejorar la sociedad donde vivimos.

Descripción del espectáculo:

El congreso de Viena (1815) tendría que haber sido un encuentro entre cuatro embajadores europeos con el sencillo objetivo de redefinir el mapa político del continente después de la derrota de Napoleón. El encuentro habría podido durar unos días, quizás una semana, pero se acabó alargando más allá de los nuevos meses y aconteció una auténtica bacanal de cenas fastuosas, bailes y veladas de ópera.

Durante los meses del congreso, la población de la capital austríaca creció en un cuarenta por ciento; el precio de la vida llegó a triplicarse, los carruajes reales saturaron las calles y los banquetes casi diarios provocaron una crisis de suministros.

El primer ministro austríaco dijo «la democracia es un volcán que no tenemos que dejar que entre en erupción». Por los monarcas, no había ninguna otra opción que las monarquías absolutistas, cualquier otro sistema político era inimaginable. Pero aquella Europa que dibujaron en el congreso de Viena era una Europa destinada a morir. Y ciento años después la mayor parte de aquellas monarquías habían caído o se habían convertido en monarquías completamente parlamentarias.

La obra nos transporta al congreso de 1815 pero habla de nosotros mismos. Una sociedad que ha perdido la capacidad de imaginar futuros mejores para su población. Una sociedad que cree que el capitalismo es el único sistema político posible. Después de la caída del muro de Berlín y del bloque comunista, el neoliberalismo consiguió que las izquierdas jugaran cualquier partida política con sus reglas del juego. Ya nadie cuestiona las reglas, ya nadie habla de crear un mundo mejor. A pesar de saber en el fondo que el capitalismo es un sistema insostenible, un sistema tocado de muerte que, del mismo modo que aquellos monarcas del 1815, en menos de ciento años habrá desaparecido.

La Calórica quiere hacer una crítica del pesimismo y la conformidad que acabe siendo un canto a la esperanza y a la necesidad de soñar mundos mejores. También quiere criticar el trabajo sucio que hace el pesimismo, el catastrofismo y los relatos distópicos en el conformismo de la gente.

Valores educativos:

Poner en contexto histórico y geográfico el congreso de Viena de 1815.
Trabajar las diferentes formas gubernamentales que han pasado a lo largo de la historia: monarquía, democracia y neoliberalismo.
Cuestionar el mundo actual a través de sus virtudes y debilidades en contraposición con el momento histórico de la pieza.
Hacer pensar a los jóvenes cual es el papel que tenemos como sociedad.
Acercar el público joven a las artes escénicas y los diferentes lenguajes propuestos en escena.

Ciclos educativos:

2o ciclo de ESO
Bachillerato
Formación profesional
Ciclos formativos
CFA

Coloquio posfunción

El jueves 16 de enero habrá un coloquio con la compañía después de la función .
Duración: 30 min.